Hace unos años, cuando trabajaba en una colegio como orientadora, tuve la oportunidad de conocer a Robert Swartz y aplicar su metodología TBL en las aulas. Fue una experiencia interesante ver el cambio que se producía en las clases, tanto en profesores como en alumnos, con algo tan simple como organizar la información a través del razonamiento y entrenando a los profesores en cómo hacer mejores preguntas a los alumnos para sacar el máximo de ellos.
Resumo a continuación la información básica sobre la metodología TBL. Si queréis profundizar, os animo a que busquéis en Internet experiencias en aula con los más pequeños.
¿Qué es el TBL?
El TBL (Thinking Based Learning) o Pensamiento Crítico fue desarrollada por el profesor y filósofo Robert Swartz de la Universidad de Harvard.
Es un método activo de enseñanza centrado en el alumno en el que se prioriza el razonamiento por encima de la memorización de los contenidos.
Requiere del uso de procedimientos de razonamiento de orden superior con la toma de decisiones, comparar y contrastar, predecir, etc. También algunas rutinas de pensamiento como la escucha activa y el análisis de algunas ideas.
El papel del profesor
Los profesores son formados para aprender a preguntar a sus alumnos y para entrenarles en como usar algunas de las herramientas como los organizadores gráficos y las preguntas específicas. Los alumnos trabajan de forma cooperativa. Es de muy fácil implantación en los colegios y, tras un periodo corto de puesta en marcha, se integra muy fácilmente en las dinámicas de la clase.
Aquí os dejo algunos ejemplos de los organizadores gráficos más utilizados.
Beneficios de esta metodología
- Es transversal y aplicable a todas las asignaturas y otros aspectos de la vida.
- Es activa y significativa.
- Estimula la autonomía y el trabajo en equipo al mismo tiempo.
- Es duradera: una vez que aprenden estas estrategias ya no se olvidan.
- Hacen más fáciles las evaluaciones de los alumnos.
- Se puede aplicar desde infantil.
- Ayuda a tener más habilidades para tomar decisiones.
- Potencia la creatividad necesaria para proponer ideas y solucionar problemas.
- Mejora habilidades de análisis, clasificación y evaluación de los contenidos propuestos.
- Ayuda a mejorar la expresión oral, escrita y la escucha.
Hoy en día esta metodología está siendo utilizada en muchos colegios por las múltiples ventajas que supone, tanto dentro como fuera del aula, y por su compatibilidad con otros recursos para profesores.
Referencias:
- Center for Teaching Thinking.
- Aula Planeta.
- Entrevista a Robert Swartz: Aprendiendo a pensar y pensando para aprender.